Alfombras bereber de colores
¿Conoces el universo cromático de las alfombras bereber?
En Berberian seleccionamos las alfombras bereber con los colores más bonitos y originales del Atlas marroquí. Descubre sus diseños únicos, llenos de historia y creatividad.
Estilos incluidos
Todas ellas piezas únicas tejidas a mano, en esta colección reunimos alfombras bereber de colores, ya sean lisas o con motivos multicolor, que encontramos y seleccionamos personalmente en Marruecos.
Son alfombras perfectas para interiores originales, divertidos y creativos, pero también para aportar equilibrio combinadas con muebles neutros.
Desde alfombras en suaves colores pastel (rosas, mostazas, menta), los tonos desgastados de las alfombras vintage y hasta las más vibrantes con colores flúor (rojos, naranjas, amarillos…) , siempre hay una alfombra ideal para salones, dormitorios o espacios creativos.
En esta colección de alfombras bereber de colores encontrarás principalmente:
Boucherouite: tejidas con algodón reciclado y textiles reutilizados. Suelen ser las más atrevidas en color y composición. La mayoría son vintage, con un aire libre y espontáneo.
Boujaad: de colores normalmente más cálidos y saturados: burdeos, naranja, rosa, ocre. Su estilo es decorativo y emocional, con patrones más geométricos y estructurados.
Azilal: realizadas en lana con fondo blanco y detalles de colores vivos, neon y flúor. Con una estética expresiva y actual, no son alfombras neutras que pasen desapercibidas, pero su base clara permite usarlas como punto de luz incluso en espacios relajados..
Pigmentos utilizados en las alfombras bereber de colores
En Marruecos existen más de 40 tribus bereber repartidas por distintas regiones del Atlas, y cada una muestra una simbología y colores diferentes a la hora de crear sus alfombras.
La elección de colores no es casual: se inspira en elementos naturales (tierra, flores, cielo, fuego) y depende de los pigmentos naturales disponibles en la zona.
Así, las tonalidades presenten en las alfombras bereber de colores se consiguen a partir de pigmentos naturales: hojas, raíces, cortezas, flores, especias y minerales. Por ejemplo, el rojo puede venir de la cochinilla, la granada, o de la amapola; los tonos amarillos, del azafrán o la cúrcuma; los azules, del índigo o de algunas plantas locales.
Aunque empiezan a surgir nuevos colores y tendencias, la forma en que se extraen, se fijan y se combinan los pigmentos es fruto de un conocimiento ancestral que se transmite de generación en generación.
